martes, 17 de abril de 2012

Donde se enumeran muchos asuntos para delectación y solaz del lector despreocupado

Igual y si me la creo comenzaría a crecer, pero empezaría a burlarme de mí mismo y dejaría de crecer, con la decepción de la fanatiza a cuestas, ay dolor... Por eso dejo que el éxito me avasalle solito, aquí sentadito a la manera de las nutrias y con millones de a montón pa' tirar p'arriba en la travesura trascendental. El moco es el despilfarro y el gesto del despilfarro es hacer la gran pintura cósmica de puro moco. Mucosidad de alto vuelo?, ojalá. Quisieras mientras te achicas, chatito. Me acuerdo cuando creía en la violeta desnuda y en sus canciones para cantar en los Sanborns. Ahora no sé en lo que creo y frustro a la gente que me rodea con especial ahinco traumatizante. Qué bombón, puta maidre! La Cofradía del Falso Diptongo me hace llorar salamines, soy feliz detrás de esta obligatoriedad fantasmal que me abruma y que quiero simplemente asfixiar. Quien quita y mañana yo invito los mojitos en el restaurante de la elegancia exclusiva y despreciativa. Para qué escalamos si no, siñor? La doble acentuación es el lujo del mono tarado, y me inclino en favor de la balanza comestible hecha a base de harina y trocitos de nuez. Un tamal gigante: existe, me cautiva y lo devoro. Echando tripa, que es gerundio. Luego las reseñas de libro. Al ratito, vamos. Escribir seriamente es una enfermedad que debe practicarse muy de vez en cuando. Es requisito del ensayo académico: un lenguaje impersonal y riguroso, un sustento bibliográfico mayor, proposiciones de futuro, cierta elegancia inigualable que convoque al elogio. Me quedo en la convidada de vainilla, pero gracias, en el embarrón de meco involuntario, en la poética del guaje y el ladrido del tonto. Ladrar es importante desde que el culo es catedralicio. Pinta aullada de mala forma en un bar carero: LA VERGA ES PANDA Y NO HAY CULO QUE LA ENDEREZCA. Lujoso lujo lujurioso. Ahora prohiben la pinta de consignas, albures, incitaciones e ingenios, so amenaza de cobrar $400 a quien se sorprenda en tan denigrante y terrorífico acto desgajador. Una verdadera lástima: el borracho se censura durante el día, llega a la cantina, se desinhibe por la vía de la tristeza, se abisma, va al baño y dice: VIEJO SIN AMOR. MI VIDA EN UN DANZÓN. Y sus etcéteras. Voy a ir al baño de Los Jarritos a recoger versos. Lo que ya todos saben: el trompo gira sobre su propio eje y suelta un airecito que hace las delicias de la incomprensión. Un día aventé mi patineta desde el edificio en que vivo y no se partió. Las ciencias experimentales y yo nos divorciamos trágicamente en ese preciso instante. Nada más recuerda: no ametralles a Rambo, que se agrian los mameyes. ¿Mameyes agrios? Ay, miedito mero medular. La gente toma mucho pinche café. A mí no me seduce nada. No me seduce nada últimamente con particular temperatura. Estoy jodido dentro de los límites de la autocensura, el hastío y la frustración. Sólo quiero pegar en la radio para no oír a la escuela. Vaya berrinche de masca cartón. Mientras tanto, dejo que el éxito me avasalle solito.