lunes, 1 de junio de 2009

Joan Brossa

Este es un señor espléndido que conocí de pura chiripa, como llegan los gigantes grandes, en una de esas exploraciones burdas por la web. Mencionar esto me hace recordar a otro carnalito impreso, de buena verdura, que también encontré de tropezón en estos días.

Pero no me desvío y adjunto un poema que me parece (inserte adjetivo al gusto):

Sin etcéteras, que el verso hable (Por si algún día algún pelele se le ocurre leer este espacio verbal por puro accidente, y se le viene en gana regañar mi chabacanería con eso del narcotráfico de versos de autor, declaro que fue extraído de un espacio virtual público, a saber http://amediavoz.com/brossa.htm):


Eco


A Maria-Lluïsa Palau

-¿Podrías decirme qué es el sol? -El sol.
-¿Y la luna, podrías? -Es la luna.
-¿Y por qué llora Pedro inconsolable?
-Porque en su vida no ha tenido suerte.

-¿Y qué son las montañas, las estrellas?
-Son solamente estrellas y montañas.
-¿Y estas raíces qué? ¿Y qué estas cañas?
-Pues no son más que cañas y raíces.

-¿Qué es esta mecedora? ¿Y esta mesa?
¿Y estas manos que forman sombras chinas?
Dime: ¿y el mundo, el hombre?
-Ved aquí
la faz final de la sabiduría:

Mírate a fondo, afirma siempre el ser
y aprende: nada más puedes hacer.





De ahondarse en esto, como siempre, sabi-hondos mucha-choches.

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